Lejos. Cuando dices o te dicen esa palabra, parece que cualquier cosa que esté en ese lugar es difícil de recuperar. Hay cosas que podemos tocar con las yemas de los dedos, que no tenemos que alargar demasiado los brazos para sentirlas con nosotros. Pero, también hay cosas que se nos escapan de las manos, que no sentimos junto a nosotros, y miremos donde miremos siempre las veremos más lejanas.
Bien, podemos sentir miedo porque estén demasiado distanciadas de nosotros. Pero el cariño que le tengamos a todas ellas harán que te parezca que todo se encuentra en frente de ti, que no existe distancia ni lejanía que te impida tenerlas a tu lado...
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